El día 31 de octubre fue el día mundial del ahorro y me gustaría compartir con vosotros algunas reflexiones sobre este concepto vital en las finanzas personales. Observo como muchas personas se enfrentan con miedo al ahorro y no deja de ser curioso que se celebre el mismo día de Halloween.
Para que dejes de tenerle miedo voy a explicarte las implicaciones del ahorro, definiendo su concepto y lo que significa para mí. Te describiré los principales enemigos del ahorro porque es que es vital combatirlos cuanto antes.
Finalizaremos con algunas estrategias y consejos para ahorrar más y mejor y no se convierta en un quebradero de cabeza para ti. Venga vamos a empezar
Explicando el ahorro como concepto
El ahorro en sí es un término bastante sencillo de explicar y donde sólo entran dos variables: los ingresos y los gastos. Lo que queda de esta diferencia es el ahorro. Simple y básico. 👌
Lo que ya es más difícil para muchas personas es llevarlo a la práctica y es que la mayoría de los españoles tiene un porcentaje de ahorro (porcentaje respecto a ingresos) inferior al recomendable. Muchas veces es incluso peor, recientemente un estudio decía que ocho millones de españoles no consigue ahorrar a final de mes. Me parece gravísimo.
Yo considero que al menos debería ahorrarse un 20% como mínimo y de ahí para arriba.
Obviamente el porcentaje de ahorro lo determinan muchas circunstancias personales y es imposible establecer una media. Unos porcentajes de ahorro bajos en el tiempo no son buena señal. Por lo tanto, el remedio es ver cómo podemos actuar sobre las variables del gasto y la del ingreso.
Para ello voy a utilizar un paralelismo que el doctor Escribano explicaba para el caso del sobrepeso y la alimentación. En este caso el problema de no ahorrar poco o no hacerlo es básicamente por tres motivos:
- Tus ingresos son muy bajos.
- Tus gastos son muy altos.
- Una combinación de las dos anteriores.
Simple y rápido otra vez. Se pueden buscar mil motivos para explicar porque se falla en el ahorro. En lo que hay que centrarse son en algunos de los enemigos que observo que pueden conducirte a caer atrapado en esos motivos.
Los principales enemigos del ahorro
Estilo de vida incompatible con los ingresos
El que considero más básico y obvio de todos. No tiene sentido gastar más de lo que se ingresa ya que contraerás deudas. Es una práctica peligrosa que te conduce a la bancarrota si se convierte en costumbre.
Aquí podemos aprender mucho de nuestros mayores, si ganaban 1000 no gastaban 1200. Un ahorro tradicional con mucho sentido común que a veces hoy no se ve. Hoy las tarjetas de crédito nos permiten usar dinero que realmente no tenemos, es muy importante usarlas con cabeza y conocer todas sus claves.
Es también peligroso no tener un margen amplio entre ingresos y gastos. Grandes ingresos no tienen por qué suponer un ahorro elevado. Y es que hay personas que ingresan mucho que gastan casi todos esos ingresos. Aunque puedan permitirse su nivel de vida, una reducción de ingresos los lleva a no ahorrar y a tener que tirar de financiación.
Las limitaciones personales. Las excusas para ahorrar
En otras ocasiones el enemigo está en nuestra cabeza. Hay muchas excusas para no hacerlo y no proponerse ahorrar más o establecer objetivos de ahorro. Frases como “No puedo ahorrar esto, es imposible” o “No puedo llegar a fin de mes” encierran en la mayoría de ocasiones limitaciones autoimpuestas.
En mi opinión creo que son las peores, y es que de antemano nos estamos dando excusas para ni siquiera intentarlo. Esto ocurre en todas las facetas de la vida y en las finanzas personales y hablando del ahorro en particular puede suponer una losa.
Libérate de las limitaciones antes de empezar, no se trata de ahorrar de un día para otro ni pasar de derrochador a tacaño. Todo tiene un proceso y lo primero de todo es despejar la cabeza de pensamientos y afirmaciones preconcebidas que no son positivas para lograr el objetivo.
El cortoplacismo sin pensar en el futuro
Otro clásico enemigo del ahorro que se puede explicar en la frase “No quiero ser el más rico del cementerio”. Con esta afirmación solo se le da importancia al presente sin pensar en el futuro. Es importante mantener un equilibrio entre ambas cosas.
Gran error, ya que el ahorro del hoy puede ser tu libertad el día de mañana. En el mundo de hoy en día prima la inmediatez y el placer instantáneo. Se piensa demasiado en el hoy y poco en el día de mañana.
Si ahorras poco hoy tendrás que trabajar hasta que el estado quiera y estar pendiente de las decisiones del gobierno de turno sobre las pensiones. Y es que parte de tu ahorro de hoy debe estar destinado a la inversión. Es muy importante que lo hagas cuanto antes porque tu futuro puede ser muy diferente.
No hay un método para ahorrar
No voy a hablarte aquí de métodos para ahorrar, hay miles de ellos, todos diferentes y con diferentes características. Lo importante en este punto es seguir un método o un plan que sea acorde a tu personalidad.
Se trata de conseguir un hábito que te conduzca a ahorrar sin que te des cuenta. De nada sirve ahorrar un mes 300€ y el siguiente tirar 200€ de tarjeta de crédito. El ahorro debe ser continuado en el tiempo y para ello se necesita un plan.
Sin método ni plan nada se sostiene. Se trata de elegir uno y de actuar en base al método y controlar su eficacia y si realmente funciona para ti.
Gastos fijos elevados
Uno de los más comunes cuando no se llega a final de mes. Hay una cantidad fija de gastos muy elevada que permiten muy poca maniobra.
Aquí es muy importante prevenir estos mega gastos, como son por ejemplo la hipoteca o grandes compras que requieren financiación. Es muy importante pensar mucho las implicaciones de estos gastos en la vida diaria.
Lo preferible es que si se tiene que contraer una deuda es hacer un plan con un calendario de pagos. Unos gastos fijos elevados durante mucho tiempo nos pueden hacer entrar en la carrera de la rata, y salir de esta carrera no es fácil.
Los cambios en el consumo y las compras compulsivas
El cambio en los hábitos de consumo es un hecho. Una gran parte de los gastos se van en compras no planificadas y caprichos que disminuyen la capacidad de ahorro.
La publicidad nos influye a todos en varias fechas marcadas en el calendario, que si San Valentin, el Black Friday, el Ciber Monday que si esto que si lo otro. Si piensas como yo seguro que has gastado más de lo que pensabas en estos días. Y lo peor de todo es que muchas veces son cosas que no se necesitan.
El simple hecho de tener una lista y planificar hace que el ahorro aumente al gastar menos. Prueba a hacerlo por ejemplo en tus compras diarias en el supermercado
Concentrarse sólo en los gastos
Como ya te indiqué anteriormente aquí las variables son el ingreso y el gasto. Normalmente siempre se intenta controlar y mirar sólo la parte del gasto para reducirlo al máximo.
Eso está muy bien, pero se ignora muchas veces el otro ingrediente. Y es que normalmente estamos acostumbrados a que el único ingreso que se percibe es la nómina o el fruto de tu trabajo mensual.
Aquí se ignoran las posibilidades de expandir las fuentes de ingresos o cómo obtener más ingresos con tu actividad habitual. Un aumento de ingresos con los mismos patrones de gasto te lleva a un ahorro superior.
Usar productos bancarios inadecuados para ahorrar
En este último punto me gustaría también hacer referencias a los productos bancarios. En muchas ocasiones, he observado que el importe destinado al ahorro se está muriendo de risa en una cuenta corriente, al maravilloso interés del 0% TAE.
Si no tienes productos de ahorro ni inversión por mucho que ahorres, el día de mañana tu dinero valdrá menos. Es muy importante tener los productos adecuados para ahorrar. El efecto de la inflación hará que puedas comprar menos cosas con ese dinero. 1€ en tu cuenta corriente hoy es 1€ dentro de un año.
Los trucos para ahorrar más desde hoy mismo
Priorizar, priorizar, priorizar tus gastos
Vamos a la primera solución y creo que la más importante. Todos tenemos gastos y si lo piensas todos no tienen la misma importancia. Lo que yo hago es dividir los gastos en prioridades y categorías.
En mi caso utilizo tres tipos: Gastos vitales, los que son necesarios para mantener tus necesidades vitales como son la comida, vivienda, ropa. Luego están los complementarios, los que son importantes que no son vitales y por último los innecesarios donde entran todos los demás.
La idea aquí es clasificarlos para eliminar lo máximo posible los innecesarios. Esto lleva a un análisis exhaustivo midiendo los gastos. Aquí no puedes engañarte, al reducir los innecesarios el porcentaje de ahorro aumentará.
Moverse por porcentajes en vez de cantidades fijas
Una buena práctica es intentar ahorrar un porcentaje e ir incrementando poco a poco. La idea es ahorrar un porcentaje de dinero en lugar de una cantidad fija.
Y es que lo que supone 300€ para una persona que gana 3000€ no es lo mismo para otra que gana 600€. Por eso es una buena idea moverse por porcentajes de ahorro, nos da una imagen de lo que es capaz de ahorrar una persona con sus ingresos.
Así no te agobiaras sino ahorras 100€ o 300€, céntrate en el porcentaje de ahorro. Especialmente útil para personas que tienen ingresos irregulares.
Usar las mejores guías y herramientas. El presupuesto anual
Como ya te comenté anteriormente hay que implementar un plan y un método para ahorrar. Para ello necesitarás las mejores herramientas para medir tus progresos.
Una de mis favoritas es el presupuesto anual, te permite poner negro sobre blanco tu previsión de ingresos y gastos. Es sin lugar a dudas una de las mejores guías para arrancar.
Muy importante tener un registro previo de ingresos y gastos para que sea lo más real posible. De nada sirve presupuestar un próximo año sin datos previos, la diferencia entre lo previsto y lo real puede que no coincidan.
Crear retos de ahorro personalizados
Una estrategia que puede funcionar son los retos personales de ahorro. Para ello necesitamos compromiso y que el reto además de específico sea realista.
Un buen ejemplo sería subir el porcentaje de ahorro en un 1% cada mes para ahorrar un 12% más este año o usar mis dos pagas extras anuales para incrementar mi nivel de ahorro anual en un 5%.
¿A qué te parece un objetivo concreto? No es el típico objetivo de principios de año de “Voy a ahorrar más”. Al ser específico lo podrás controlar y ver la evolución. Plantéalo como un juego y un desafío contigo mismo.
Aprovechando la ventaja de Internet. Los comparadores
Si piensas en tus gastos mensuales fijos como los suministros básicos (luz, agua, móvil) etc. verás que suponen un buen porcentaje de los gastos totales. Ahorrar en las facturas mensuales supone tener mucho más margen de maniobra.
De lo que se trata es usar la información en Internet y los comparadores para obtener el mismo servicio por un precio menor. Reducir la potencia contratada para gastar menos energía o usar operadores virtuales en la telefonía móvil son buenos ejemplos.
Hay herramientas de sobra e información en la red que te pueden hacer ahorrar unos euros mensuales. Todo suma para conseguir el objetivo de ahorro deseado.
Los gastos hormiga y recurrentes bajo control
En el proceso de priorizar los gastos es importante que hagas especial mención a los gastos hormiga y recurrentes. ¿Qué son los gastos hormiga? Aquellos que haces diariamente sin darte cuenta. Un ejemplo sería el café de cada mañana en el bar, comer fuera a diario, ese capricho diario al que no puedes resistirte.
Es importante reducir estos gastos lo máximo posible, en la mayoría de los casos entrarían en la categoría de gastos innecesarios. Y parece que no, pero cuando estos gastos se ven en forma mensual y anual pueden llegar a sorprender.
Finalmente mira en tus gastos recurrentes como las suscripciones. Que si Amazon Prime, Netflix, otros canales de pago, la revista que no lees a la que estás suscrito. ¿Son necesarios todos? Tenemos un tiempo limitado y muchas veces pagamos por servicios que realmente no usamos todos los meses o que son innecesarios.
Recuerda porqué lo haces y recompénsate
El ahorro como tal es una herramienta para conseguir tus objetivos. Ya sea para ahorrar para las vacaciones, para formar un colchón de seguridad, etc. Recuerda porqué lo haces y el objetivo que consigues con ello.
No se trata de números y porcentajes, mira lo que hay detrás de ellos y el impacto que tienen en tu vida diaria. Al ver el ahorro crecer tienes una tranquilidad extra para sobreponerte a las dificultades que aparezcan en el camino.
Ahorrar puede resultar aburrido, pero incorporar una recompensa para ayudarte te será más placentero. Así te costará menos trabajo y será un motor que te impulse a lograrlo sin que te des cuenta.
Conclusiones finales sobre el ahorro
Hoy le hemos dado una vuelta al concepto del ahorro, sobre todo a la parte psicológica que está detrás del mismo. Al fin de al cabo el ahorro no es más que otra rutina que hay que adaptar a la vida diaria.
Si lavarte los dientes o hacer ejercicio son rutinas saludables, el ahorrar una cantidad de los ingresos también debería serlo. Al final está mucho en juego, tu calidad de vida de ahora y sobre todo la del futuro.
Espero que ya desde hoy combatas mejor estos enemigos con los trucos que te he enseñado hoy. Puede parecer complicado, aunque déjame decirte que la recompensa merece la pena.
¿Se te ocurren otros enemigos o trucos para ahorrar más? ¿Qué dificultades tienes para hacerlo? Te leo y te ayudo en los comentarios.